La líbero, es junto a Saray Manzano y Lucre Castellano una de las tres jugadoras del primer equipo del Hidramar Gran Canaria que está ejerciendo de entrenadora en el campus veraniego de la capitana del Olímpico, que ha contado con una acogida excelente, con 60 niñas de todas las edades que están disfrutando del voleibol entre los muros del Centro Insular de Deportes
Éxito rotundo del Campus Saray Manzano de voleibol femenino que ha congregado en las instalaciones del Centro Insular de Deportes de Gran Canaria a cerca de 60 niñas de todas las edades que quieren seguir los pasos de sus ídolos del primer equipo amarillo. La propia capitana del Olímpico, junto a las también grancanarias Andrea Arocha y Lucre Castellano están disfrutando con su rol de entrenadoras para ayudar a promover el voleibol y la afición por el CV Hidramar Gran Canaria entre las más jóvenes.
La líbero internacional y canterana del conjunto isleño, Andrea Arocha, es una de las tres canteranas que han renunciado a parte de sus vacaciones para instruir a las jóvenes alumnas.
No hace demasiado tiempo que usted era una alumna en este tipo de campus como este de su compañera Saray Manzano en el que ha participado también el Olímpico como organizador. ¿Qué recuerdos tiene de su experiencia personal en ellos?
Me trae muy buenos recuerdos. Las niñas vienen con muchas ganas de aprender y estamos las tres aportar nuestro granito de arena para ayudarlas a que puedan progresar y llegar al nivel que quieran alcanzar como jugadoras, que puedan mejorar cada día y que den un pasito adelante.
¿Notan el brillo en los ojos de esas niñas que están cumpliendo un sueño de poder entrenar junto a sus referentes deportivos y que aspiran un día a tomar el relevo en el primer equipo?
Es sin duda un plus, porque hace que ellas se abran mucho más a la hora de escucharnos y de tenernos más en cuenta. Estamos muy contentas porque todas tienen muchas ganas de aprender y nosotras también estamos aprendiendo mucho de ellas.
¿En qué campos están enfocando principalmente el campus?
Como tenemos sesiones de mañana y de tarde intentamos dividir las actividades de forma que podamos trabar un poco de todo, separando a las niñas por posiciones. Trabajamos aspectos técnicos, ejercicios aerodinámicos para ejercitar el físico y mejorar la técnica.
¿Las 60 niñas que están participando en el campus son todas del club?
No, hay una gran parte de niñas que si que pertenecen a este club, pero también hay muchas otras que vienen a iniciarse y que nunca han jugado antes al voleibol, pero también las hay de otros clubes que vienen a participar en el campus.
¿Además de voleibol se combina con otro tipo de actividades lúdicas?
Nuestra prioridad en este campus es enseñar voleibol, aunque es cierto que hay tiempo para todo y nos divertimos bastante, hacemos muchos juegos para que las niñas también aprendan a competir y a pasárselo bien, pero sobre todo que todas mejoren su voleibol.
Se ha visto también en estos primeros días algo de pique entre las entrenadoras compitiendo junto a las niñas …
Nosotras siempre hemos sido así, entrenando también somos siempre competitivas entre nosotras y eso es un aspecto positivo que intentamos que las niñas cojan como ejemplo, porque es algo que en un futuro será fundamental para ellas para poder competir en los partidos, es imprescindible.
De todas las niñas que están participando en el campus ¿hay alguna futura promesa por lo que ha podido ver?
Me han sorprendido, porque no hay solo una sino que hay bastantes niñas a las que ya se les ve madera de jugadora que puedan llegar bastante lejos y que además tienen todavía una corta edad. Estoy bastante ilusionada por la cantera y con ganas de que saquen lo mejor de ellas y lleguen a cumplir su sueño.
¿Qué le está aportando este campus?
Estoy ganando mucha paciencia, experiencia y me lo paso muy bien con ellas. Pienso que al final aprendo más yo de ellas. Viendo sus errores intento ayudarles a corregirlas y me doy cuenta que muchas veces también los cometo yo. Me estoy divirtiendo mucho y volviendo a sentir esa ilusión de ser niña y ver a las grandes. Verme en el otro lado es aún más emocionante.
Este tipo de actividad ¿ayuda un poco a combatir la ausencia de competición durante las vacaciones?
Las vacaciones son necesarias pero es verdad que después de una temporada en la que entrenas de mañana y tarde, además de jugar los fines de semana, lo acabas echando de menos incluso en tus vacaciones y esto ayuda a matar un poco el mono. Nos metemos a competir con las niñas, nos picamos como si fueran partidos nuestros y es súper guay.