El preparador brasileño afronta el reto de dirigir al filial olímpico con las ideas bastante claras sobre lo que busca, dejando claro que lo más importante es que la entidad olímpica continúe con su proceso de evolución. Además, señala la importancia de la formación de las jugadoras en la base y habla sobre la llegada de su hija al primer equipo grancanario
Sus objetivos con las miniolimpilocas para esta temporada
«Creo que hay que formar y mejorar lo que hay, que es lo más importante. Este club ya tiene jugadoras de nivel, pero creo que varias de ellas necesitan un trabajo especial. Vengo para poder ofrecérselo. Es muy gratificante cuando un club forma a sus propias jugadoras y aterrizo aquí con ese objetivo. La competición de cada fin de semana es una necesidad tanto para mí como para la formación de la propia jugadora. Intentaremos llevarlo todo de la mano, pero siempre dándole prioridad, por supuesto, al aspecto formativo del proceso».
Valora mucho estar en una isla que respira voleibol
«El voleibol es mi vida y da gusto vivir en un sitio donde el voleibol tiene su importancia a este nivel. El voleibol en Canarias es un deporte muy reconocido y muy practicado en todas sus modalidades: Voley Playa, Voley Pista, Masculino, Femenino… Es un deporte referente en todo. Este es el sitio ideal para una persona que quiere trabajar en el voleibol. En ese sentido, tengo que asumir que estar en un sitio donde tu trabajo es tan valorado tira mucho».
La llegada de su hija Julia de Paula también a Gran Canaria
«Ella ha vivido muchos desafíos a lo largo de su vida. Los afronta todos con una valentía que, la verdad, me impresiona. Conociéndola como persona y como jugadora te impresiona mucho la valentía que tiene en pista. Ella ya tuvo un reto junto a Pascual Saurín hace años cuando se fue a Soria para jugar en la Selección con 13 años. Esta temporada es parecida la situación: Es un desafío importante. La figura de Pascual ayuda; nosotros y ella confiamos mucho en él. Lo más importante para alguien de su edad es tener un nivel más alto que el resto de chicas de su generación para que siga progresando. Tiene 16 años y tiene muchas referencias en el equipo. Mi intención con la llegada de Julia a Gran Canaria es esa, que siga progresando poco a poco y que viva la experiencia de estar en la dinámica de un equipo de altísimo nivel».
La exigencia de los entrenamientos serán buenos para Julia
«Los entrenamientos van a ser mucho más importantes que muchos de los partidos que ha jugado Julia en su vida. Tener a gente a su lado como Helia González, que encima la conoce desde pequeñita, y entrenar con la dificultad que le va a proporcionar el estar en el primer equipo es lo que creemos que le va a dar un empujón a nivel de crecimiento hacia un nivel bastante más alto».
El objetivo de las chicas jóvenes como Julia
«Es difícil definirlo. El club apunta muy alto. Es más fácil formar para un equipo que no quiere descender que hacerlo para uno que quiere ser campeón. En este caso, hay que hacer una formación mejorando lo que tienes y cada jugadora llegará donde tenga que llegar. El objetivo debe ser mejorar cada día, cada semana y de cada entreno sacar cosas positivas. La jugadora tiene que sentir que mejora, aunque cada una va a tener su nivel para alcanzar el lugar que le toca. El club pone encima de la mesa unas exigencias brutales».
Hay que intentar mantenerse como referencia del voleibol nacional
«Creo que lo más bonito es que el Olímpico siga creciendo poco a poco como hasta ahora tratando de eternizarse en el tiempo como uno de los grandes. Es muy difícil mantenerse arriba en el tiempo. Hemos tenido muchos casos de equipos en España que tienen momentos rápidos de gloria, yo he vivido algunos, pero son fugaces y enseguida desaparecen. Cuando creces poco a poco, como es el caso del Olímpico, creo que es más fácil mantenerse. Ese tiene que ser el objetivo: Más allá de ganar todos los años, hay que intentar ser considerados como uno de los equipos grandes todo el tiempo que pueda».
Diferencias entre el voleibol masculino y el femenino
«El voleibol femenino tiene otro valores diferentes, sobre todo, en el aspecto físico. Es una tarea complicada. Hay que vivirlo de otra manera porque en el voleibol masculina la fuerza tiene mucha importancia. A veces es imposible frenar tácticamente a determinados jugadores. El voleibol femenino te da la opción de trabajar más la táctica y hay que hacer un estudio más grande».
La motivación, parte clave
«En mi caso, que estoy trabajando con el Superliga Femenina 2 y con la base, la motivación es primordial. En la base tienes que lograr un ambiente para que la motivación surja de la convivencia y la pasión por el deporte. Yo soy así y espero poder traspasárselo a mis jugadoras. Mi vida se ha caracterizado por las ganas. El voleibol es mi vida y mi sueño de niño y quiero transmitirle esa pasión a las chicas. Así no será difícil alcanzar nuestros objetivos».